emprendimiento mutuo

El desarollo óptimo de una persona supone satisfacer dos potenciales que todos poseemos: la diferenciación y la integración. Una persona diferenciada es competente, tiene carácter y ha alcanzado una completa individualidad autónoma. Esté es el objetivo más elevado de las culturas occidentales. Una persona integrada es aquella cuyos objetivos, valores, pensamientos y acciones están en armonía; aquella que pertenece a una red de relaciones; aquella capaz de aceptar un lugar dentro de un sistema de responsabilidades mutuas y de significados compartidos. En muchas culturas orientales el objetivo máximo del desarrollo humano es la integración. Un futuro por el que merezca la pena luchar es, en nuestra opinión, aquel en el que la persona pueda desarrollar tanto la diferenciación como la integración en toda su medida. [Buen Trabajo. Cuando ética y excelencia convergen. H. Gardner, M. Csikszentmihalyi y W. Damon]

 

El emprendimiento mutuo (social interpreneuership), es una modalidad de emprendimiento social específica para potenciar el desarrollo autopromovido de comunidades, entornos y territorios.

De esta forma, el emprendimiento mutuo plantea enfocar el emprendizaje como una acción colectiva y orgánica, es decir, adaptada de forma dinámica y evolutiva a las necesidades y particularidades de cada comunidad, entorno o territorio, promoviendo así el desarrollo integral de sus potencialidades y atendiendo a los límites físicos o ambientales de su contexto.

Basado en la innovación social, se inscribe dentro del denominado 4º sector, puesto que cumple con las características esenciales de las organizaciones híbridas que pertenecen a él: compatibilizar en cada iniciativa su  propósito social con la perspectiva de negocio; y lo amplía incorporándole un sistema de valores y recursos comunes y compartidos por todas las iniciativas como infraestructura de confianza y retorno.

De esta forma, el emprendimiento mutuo reúne una serie de características propias que le diferencian de otros enfoques:

emprendimiento mutuoemprendimiento mutuo

la/el emprendedora/r como «prosumer«. La persona que emprende no es un agente aislado que desarrolla una idea o solución brillante. En realidad es un miembro de una comunidad que asume un doble rol a la vez como proveedor y como usuario (productor + consumidor) y, consecuentemente, una relación de interdependencia y confianza con su contexto y con las demás iniciativas emprendedoras.

procesos colaborativos y ADN abiertos. El proceso de emprendizaje (emprendimiento + aprendizaje) es un proceso abierto y sistémico. Abierto porque permite la interacción constante entre iniciativas, usuarios y contextos y porque genera soluciones de código abierto que reportan retornos colectivos al conjunto de la Sociedad. Sistémico porque esta compuesto de un entramado de iniciativas individuales o colectivas en constante interacción entre ellas, generando contextos y entornos complejos mucho más ricos y diversos y, por tanto, resilientes.

 carácter translocal, el lugar importa. Los procesos de emprendimiento mutuo generan contextos de interacción translocal que combinan la relación simbiótica con el contexto local, basada en la puesta en valor de los recursos endógenos y las relaciones de proximidad; con la sinergia con otras iniciativas y la relación distribuida basada en la exploración y el intercambio de recursos y oportunidades globales.

Emprendipia SO, aunque es susceptible de apoyar cualquier tipo de emprendimiento o iniciativa basada en la innovación social, está diseñado y despliega sus máximas prestaciones, y ambiciones, en procesos de emprendimiento mutuo que permitan dinamizar comunidades y entornos y armonizar la relación de estos con sus territorios.

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